El mezcal lleva años existiendo, pero de hace unos diez años para acá, ha despertado el interés de todos nosotros. ¿Qué tendrá de especial, por qué nosotros entre varios destilados, lo escogimos? Bueno quizá nos haya escogido. Nos guste o no, el mezcal ha dado de qué hablar, o al menos si no lo conoces vale la pena probar. El único tema al hablar de mezcal, es que tal como mucha gente lo ha querido encasillar, no todas las botellas y tipos saben igual.
La elaboración del mezcal es un arte en sí misma; sabías que el agua cambia su sabor dependiendo de la región, así como las técnicas de elaboración varían de Estado en Estado, lo cual se traduce en que cada mezcal tiene un sabor único. El mezcal, originario de comunidades indígenas, es considerada la bebida bajada del cielo, y está presente en todas las fiestas y ceremonias de los mexicanos, desde el nacimiento hasta la muerte siendo así una bebida llena de cultura y tradición.
Sobre todo, aquello que hace único al mezcal con respecto a otras bebidas es su proceso artesanal. Su pureza, e inclusive ha sido considerado un destilado más gentil al cuerpo, que para algunas personas no produce el efecto cruda al día siguiente.
En México existen aproximadamente 180 especies de agaves, de los cuales, 40 son utilizados para producir esta exquisita bebida, ofreciendo una diversidad de sabores y texturas.
Por esto y más, te invitamos a que cheques la sección de SABIDURÍA MEZCALERA en nuestra página, para conocer más de la historia detrás de la botella, de lo que realmente es el mezcal. El mezcal no es sólo un gusto adquirido, se vuelve para quien lo degusta un placer y un deleite, es algo que se toma a besos y no de fondo porque cuando logras ver lo que hay detrás no hay vuelta atrás. Te vuelvas un conocedor o simplemente alguien que cuando la ocasión lo amerite lo quieras disfrutar, verás que tu visión va a cambiar.